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martes, 20 de diciembre de 2011

VECINOCRACIA


El no derecho a ser ciudad
 
Los sonidos de la ciudad no eran los mismos esa mañana, el aire enrarecido colmaba los auriculares, las teles, todo los titulares que se expresaban en las miradas por todos lados. La voz del Indoamericano tomado había adquirido otra dirección.
 
No eran los mismos gestos en los colectivos, los almacenes, las verdulerías, las escuelas. Eran miradas cómplices entre sí, una complicidad que te excluía y te envolvía en incomodidad e incertidumbre. Claro, Macri le había puesto título a la toma: INMIGRACIÓN DESCONTROLADA.
 
En ese momento, que un boliviano no sea admitido en el colectivo, que el trato a la verdulera sea distinto, el mayor desgano en los hospitales y el temor de las madres al llevar a sus hijos a la escuela, respondía a otro nuevo adjetivo: okupa.
 
Parecía que ya no era un problema habitacional, ya no era el reclamo por una vivienda digna, ya no era la expresión mas desesperada ante la especulación inmobiliaria de quienes se ven obligados a sub-alquilar un mínimo de espacio y de quienes ven en el tumulto una oportunidad de negocio a costa de la necesidad de otros; ahora era un problema limítrofe.
 
Conciencia del visitante
 
Todas esas impresiones fueron asimiladas y hasta confirmadas. Eran las mismas que revelaban la configuración de las acciones que también tomaría la colectividad boliviana. El sentirse ajeno (visitante) se convertiría en el arma t'ustigadora ante cualquier forma de expresión, visibilizacion y reclamo.
 
Nuevamente la maquinaria comunicacional armaba el discurso que señalaba, haciendo la diferenciación entre buenos y malos inmigrantes.
 
-"Nos hacen quedar mal a los paisanos."
 
-"No todos los bolivianos somos ocupas, venimos a trabajar."
 
-"Estamos acá de visitantes y no tenemos derecho a reclamar al Estado."
 
 
-"Se equivocaron, pues hacen quedar mal a la gente digna y sana que trabaja bien en el país vecino." (Evo Morales)
 
-"Por qué ocupan, quién les manda a molestar aquí." (Cónsul de Bolivia)
 
Todas esas expresiones.marcharon, buscando la toma de conciencia y el volver a la invisibilización.
 
¿Qué hacemos?
 
Cuando la toma llegó a su punto mas álgido, el avasallamiento de sensaciones paralizaba el conflicto interno que se había creado, ¿participar en la toma mixta y hasta contradictoria?, ¿enfrentarse a ese aparato comuni-cacional?, ¿corroer ese rol de visitante?, ¿devolver esas acciones primitivas de los vecinos?, ¿convertir a las víctimas en mártires? ¿de la lucha? ¿del racismo? ¿de la indiferencia? o simplemente alejarse para entender...
 
No sólo es el Indoamericano, es hacer ciudad
 
El impulso primario para entender que el Indoamericano no es ajeno a la composición de ser ciudad, los distintos actores y la relación entre sí, nos ayuda a ver más allá del mero conflicto, a la constante mutación del derecho a la ciudad. Estas mutaciones permitieron que esa:
 
-"yo pago mis impuestos"
 
-"por qué no se van a su país"
 
-"el parque es de los vecinos"
 
-"me mato trabajando para pagar el alquiler y a ellos les regalan una casa"
 
"nos vienen a robar el trabajo'' "quién no tuvo un empleado paraguayo o boliviano" se conviertan en una nueva forma de estatus: LA VECINOCRACIA.
 
Diciembre de 2011, COLECTIVO SIMBIOSIS CULTURAL

INMIGRACION DESCONTROLADA

La historia de las migraciones es larga. Todas nuestras experiencias actuales están precedidas por estos movimientos en los que se ponen en juego, al mismo tiempo, necesidades, afectos y deseos de libertad. La crisis política y social de 2001 desencadenó un proceso masivo de migraciones y desplazamientos territoriales que transformaron la geografía urbana: desde acá hacia Europa, entre los distintos países y zonas de la región. Muchos se fueron, otros prefirieron quedarse o no pudieron irse, y muchos otros llegaron para instalarse. Eran tiempos inciertos, tanto para quienes se movían buscando nuevos horizontes y posibilidades, como para aquellos que se quedaban inventando formas comunes de atravesar la crisis. Los cacerolazos y asambleas, los piquetes y las formas económicas alternativas, las redes y el trueque, fueron ensayos que están en la base misma de la estabilidad actual. Pues la aparente normalidad está tejida por movimientos subterráneos que a veces nos sorprenden al momento de su irrupción. La toma del Parque Indoamericano fue un breve estallido que reveló una capa de la realidad social que es actualmente incluida a condición de ser invisibilizada.
Pero aquellas prácticas colectivas convivían con otras formas de sentir lo que vivíamos. Inseguridad y desconfianza poblaban aquél momento de incertidumbre política y aun hoy operan como base de ciertas lógicas de consumo y segmentación social. Buena parte de la estabilidad y el consenso social actual, que se manifiesta como racismo y deshumanización respecto a un “extraño”, al que se teme cuanto más distinto se lo caracteriza, puede vincularse con aquellas formas de desconfianza y temor. Porque aunque los discursos nacionalistas tiendan a igualar al inversor "extranjero" con la migración de los países limítrofes, lo cierto es que la mayoría de las veces el migrante que se desplaza dentro del territorio buscando una vida, pasa de ser extranjero a extraño y convertirse en una amenaza, en tanto encarna la frustración del ideal propio a las elites porteñas de una inmigración europea.
Limitar el pensamiento en torno al migrante como una pura amenaza de rapiña, permite hacer un cálculo mercantil que aprovecha la rentabilidad de la ilegalidad y de la desesperación, para capturar su fuerza vital en función de la estructura que lo solicita y explota.
Los migrantes producen ciudad y pensamiento colectivo, moviéndose a pie entre la feria y el mercado, por los barrios, las quintas, y las villas desarrollando, todavía aun, ese trueque de prácticas políticas, lingüísticas y culturales, en medio de un contexto conflictivo en el que se explotan esas redes como base de crecimiento económico urbano.
Pero aun así, tampoco creemos en la víctima migrante, ya que ese papel instala una relación de superioridad “paternalista” en la jerarquía de poderes establecidos. Es lo que observamos constantemente dentro del gueto y en la comunidad, bajo la idea del “pobrecito”. La imagen de la víctima lava la potencia propia del migrante para resguardar su envoltorio utilitario. Esa caracterización, que describe a los migrantes como “buenos trabajadores y sumisos”, acalla la lucha intentando evitar bloquear su afirmación para recuperar espacios de potencia y autonomía en la lucha colectiva. Tampoco queremos caer en el facilismo del crisol de razas, de la supuesta convivencia pacifica y armónica, ya que esa ficción invisibiliza la verdadera forma en que nos miramos: mediante estigmas claves como negro, villero, migración negativa, ocupa, bolita, peruca, paragua, usurpadores, y un largo etcétera. Estereotipos que son parte esencial de los complejos racistas más profundos en un proceso de guetificación y estigmatización que naturaliza y redetermina una herencia desgraciada de sumisión y explotación, muy conveniente para ciertos sectores. Por eso, es mejor coexistir pero rechazando ante todo la apariencia de heterogeneidad armoniosa que se nos ofrece y desentrañar la situación más de fondo desde la cual podríamos pensar las cosas en su su complejidad real, y así comenzar a diferenciar quiénes son los beneficiarios reales de este guardar apariencias.
Mientras las políticas neoliberales nos reajustan y acorralan constantemente, avanzando en nuestros territorios (ya sea con el cultivo de soja o la extracción a cielo abierto del petróleo, o la pivatización de dimensiones enteras de la vida) buscamos estrategias de sobrevivencia, aunque la salida a veces implique otra deuda en la que se empeña nuestro ser económico, nuestros afectos, las posibilidades políticas
Por eso, desde este arrinconamiento que nos deja, al parecer, sin posibilidad de espacio propio, proponemos pensar la toma del Parque Indoamericano -un espacio abandonado y habitualmente utilizado por migrantes, donde intervinieron lógicas políticas diferentes, practicas mafiosas y especulativas- como un modo de descifrar un entramado social complejo que combinaba situaciones de clase y nacionalidad diferentes. La simplificación de esos sucesos y su mediatización permitieron que el mote de “inmigración descontrolada” funcionara como respuesta a un hecho de desborde social. Esta forma de tratar el problema ratificó la perspectiva xenófoba que se tiene de las migraciones en Buenos Aires, y hasta consiguió su justificación.
Para nosotros, el término “inmigración descontrolada” abre un conjunto de preguntas que abarca la complejidad latente en la ciudad: la demarcación de derechos entre quienes son “vecinos” y quienes no, las de control y descontrol, las lógicas de segregación social y espacial, las imágenes progresistas simplificadas que circulan sobre el concepto de igualdad.
La consigna “inmigración descontrolada” propone, en su sentido negativo, “invisibilización controlada”. Lo que buscamos, en cambio, es considerarla en su productividad: de valores y afectos, de formas de vida e intercambio, de trabajo y creación de imaginarios y lenguajes indispensables para enriquecer nuestra existencia colectiva.

viernes, 13 de mayo de 2011

PRIMER CUMPLE DE LA WAWA

La Editorial Retazos cumple su primer añito

Asi es amigos, cumpas, cuates, brothers, ya se ha pasado un añito desde que se presento en sociedad.

Durante todo este año se nos pasaron miles de cosas por nuestras cabezas, pero tambien por nuestros corazones.
Miles de experiencias, cariños, dudas, corridas, aprendizajes etc etc etc...
Es por eso que para nosotros es muy especial, por eso tambien nos ponemos un poco sentimentaloides.
Por que esos retazos nos han dado tanto, que se nos hace chiquito en corazon cuando nos ponemos a recordar.
Las largas noches de tertulia, las primeras agujas rotas, los primeros cartones mal cortados, los agarrones de
cabeza al darnos cuenta que estaban mal editados, los cafecitos de la mama del grupo esa Sra Deysi,
 esas caras de cansancio y placer cuando las envolviamos recien terminadas, el orgullo de mostrarlas y
contar una y mil veces cuando alguien se anima a levantarlo de la mesa para preguntar sobre ellos...los libritos.
Estos retazos en el año que empezamos a caminar nos dio la oportunidad de encontrarnos con mas retazos,
cada cual con su propio color,sus propias texturas, sus formas y sus historias, que nos hacen no olvidar,
que nos fortalece y contienen; retazos de vida  que nos hacen construirnos y desconstruirnos constantmente
pero sobre todo  nos dio la posibilidad de  reconocernos en la lucha.
Luchas que ahora nos hacen sentir parte de un todo diferente, un completo que nos incluye y nos fortalece.
Por eso, en este momento, con una copa levantada, queremos compartirla con uds.,
que fueron parte fundamental no nos queremos olvidar de ninguno...
Los chicos de Al Dorso, siempre con ese aguante alegre y apoyo incondicional, el Diego (el mas alto de todos los
Diegos que conocemos) que nos dio la posibilidad de compartir sus letras y palabras, la genia de Carito que es puro
corazon y garra, siempre a full y con una sonrisa plena, los Pecay!! se vinieron a tocar en el nacimiento con la mejor
de las ondas, el Pablo!! que nos dio unas lindas lecciones de poesia con su librito y ahora lo viene compartiendo por
el mundo entero, los tintalimoneros, genios totales que siempre estan ahi pa darnos una mano, el otro diego, el de
la tribu, nos dio todo el aire que quisieramos en ese hermoso lugar,los Situaciones (que tienen muchos diegos,
ademas de los otros diegos, el de rulitos, Stulwark o algo asi, el del arito, Picoto...y otros que no les decimos diegos
por que tienen segundo nombre...cosa que nos ayuda mucho por que ademas son todos muy parecidos, altos y de
barba) con la Vero, el Mario, el Chino, el Igna y el Ruzo con quienes no paramos de aprender y pensar...
Tambien los changos e imillas que andan dando vuelta por Retazos, un poquito mas cerca, un poquito solo
para ayudar, son los que se construyeron y desconstruyeron en este año.
El Ale, la alegria de las noches tertulianas, tambien al que se podia culpar de todo, la Gery, era genial verla toda pintada
al hacer serigrafia, la correctora de Jor, durisima siempre con el editor, pero siempre con la justa, el molesto del Juan,
la Dely que al final era la que mas nos apuraba, el Rama siempre pa dar una mano.
Pero, los mas importantes, los culpables de esta locura no son otros que los retazos.
Ellos con solo salirse del molde y buscar su nuevo espacio nos enseñaron muchas cosas,
Ellos que despues de ser excluidos, por no servirle al sistema, al modelo, son tildados como inservibles,
Ellos que con sus formas, sus texturas son capaces de envolver pensamientos, literatura, sueños.
Ellos que parecen inofensivos en las bolsas por las calles, se vuelven luchadores incansables cuando comparten
sueños y se animan a pensarlos posibles.
Son ellos y solo ellos, nosotros solo les damos una mano.
Feliz cumple Retazos